Mucho más que la chica de oro boba.

Betty White nació antes que el pan de molde y el Monte Rushmore. En sus más de 80 años de carrera se reinventó mil veces, pero nunca dejó de ser un tesoro nacional para los estadounidense

Las generaciones de finales de los 80 del siglo XX, la conocimos como la ingenua Rose Nylund, que contaba anécdotas inverosímiles a sus tres amigas en Las chicas de Oro, pero esa era solo una de las muchas facetas de Betty White.

De hecho, cuando la ficharon para esa serie iba a interpretar a la bomba sexual sureña Blanche Devereaux, por la experiencia para interpretar a mujeres lascivas que demostró como la presentadora de shows de cocina de The Mary Tyler Moore Show. White sin embargo era capaz de representar convincentemente cualquier tipo de mujer y en una lectura de guión le propusieron probar como Rose.

Al inicio, Betty se sorprendió pero al momento puso esos ojos de cordero degollado y una voz dulce y melosa y se transformó en la viuda de Minesotta que interpretaria durante siete años y que le haría ganar su tercer Emmy como actriz de comedia. Y no sería el último.

Betty White había empezado en televisión tras la Segunda Guerra Mundial, cuando fue la primera mujer en producir su propia sitcom y su propio magazine de entretenimiento. La cancelaron porque se negó a prescindir de un bailarín de claqué negro que no gustaba a los dueños de las emisoras de televisión del sur del país. Pero lejos ddee tirar la toalla, ella encontró su espacio como invitada estrella en decenas de concursos. «¿Quieres que tu programa funcione? Lleva a Betty White de invitada».

Ese aura se mantuvo hasta bien entrado el siglo XXI. Contar con Betty, aunque fuera en pequeños papeles, daba un toque de prestigio a series o películas de todo tipo. El público la adoraba. Tanto que en 2020 se hizo una campaña en Facebook que la llevó a presentar por primera vez el Saturday Night Live.

Y, una vez más, lo bordó.

Sigue leyendo la historia de este #MakeEmLaugh clicando en los posts de abajo en Twitter y Bluesky.

Betty White y el resto de Las chicas de oro forman parte del libro Hazme reír (Fes-me riure, en català), donde está mucho mejor explicada. Si no lo encuentras en tu librería de confianza, pídelo y hazte con él.