Érase una vez un bufón que bailaba, cantaba, y hacía el payaso como nadie
Danny Kaye fue una gran estrella con una filmografía irregular. 'El bufón de la corte', su parodia de las películas de aventuras, es un compendio perfecto de todas sus virtudes cómicas.
Tras abandonar la MGM porque sólo le querían para interpretar canciones, Danny Kaye y su mujer Sylvia Fine fundaron su propia compañía y se aliaron con dos célebres guionistas cómicos Norman Panama y Melvin Frank. Con ellos armaron historias en las que el actor pudiera demostrar sus capacidades interpretativas.
Donde mejor lo hicieron fue en El bufón de la corte que incluye una de las escenas de humor verbal más divertidos de la historia del cine. «La pildora con el veneno está en la copa con el mortero, en el caliz del palacio está la bibida normal». No parece tan difícil ¿no? Pues en boca de Kaye es un galimatías imposible.
El bufón de la corte fue, en su momento, la comedia con mayor presupuesto de la historia, 4 millones de dólares. También sería el mayor fracaso del cine cómico del momento, recaudando poco más de la mitad de lo que costó, pero eso no quita que sea una muy buena película.
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