El ritmo de 'Uno, dos, tres...'
Billy Wilder y IAL Diamond escribieron en el guión de 'Uno, dos, tres...': «esta pieza tiene que interpretarse "molto furioso". Velocidad recomendada: 160 km/h en las curvas y 225 km/h en las rectas».
El 9 de noviembre de 1989, se tomo una fotografía de dos hombres lanzando unas cajas rojas por encima del muro, hacia la parte oriental. Uno de ellos era Paul-Gerhard Ritter, el jefe de la embotelladora de Coca Cola en Berlín Oeste. Lo que lanzaba era un paquete de Coke. Ese día, el de la caída del muro, Richter movió tres camiones llenos de Coca Cola a la avenida Ku'Damm para repartir bebidas a los que cruzaban el muro.
Es una operación que, sin duda, hubiera aprobado C.R. MacNamara, el protagonista de Uno, dos, tres… uno de los clásicos de la filmografía de Billy Wilder.
Sólo el director y guionista austriaco y su inseparable Izzy Diamond podían en una misma película lanzar dardos envenenados contra la alemania nazi, la URSS, los comunistas con principios de barro, los hijos de papá y un emblema del capitalismo: la Coca-Cola.
Y todo a un ritmo endiablado y con el levantamiento sorpresa del muro de Berlín a medio rodaje.
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